“Para nosotros, los del teatro, es importante regresar a Shakespeare por un momento. Después, volver a hacer nuestras propias cosas dándonos cuenta de que nada de lo que podamos hacer podrá llegar a ser tan bueno. Este sentido de la perspectiva no es desalentador, es una inspiración”.



Peter Brook




sábado, 7 de agosto de 2010

Un viaje a lo profundo de la primera memoria




FESTEJO. Hoy, a las 20, en el Teatro Municipal La Comedia de Mitre y Ricardone, el grupo teatral experimental La Percha ofrecerá la función número 50 de “Debana”, de Martín Gigena, espectáculo premiado en Coproducciones 2008


Por Miguel Passarini

“Somos un grupo de gente joven, tenemos muchas ganas de trabajar y de aprender, y llegamos hasta acá sosteniendo un espacio y nuestros espectáculos en base a mucho diálogo, compartiendo todo lo que realizamos con mucho esfuerzo y mucho respeto por el público, porque solemos dedicar más de un año de ensayo a cada una de nuestras propuestas”. Así abrió el diálogo con El Ciudadano el director y docente Martín Gigena, cabeza visible del colectivo teatral La Percha, que funciona en Catamarca 1155, y que hoy, a las 20, en La Comedia (Mitre y Ricardone), festejará con una función las cincuenta de su último espectáculo, Debana, una propuesta experimental de danza-teatro, de la que participan Lorena Arroyo, Mario Armas, Gisela Cadirola, Mauricio Marc, Sofía Maggi, Maite Pérez y Mario Gazzola, y que además fue una de las ganadoras de los proyectos de Coproducciones Municipales 2008.

La propuesta de Gigena cuenta diversas historias acerca de los desiertos, “pero no los de arena o agua –tal como lo revela el director–, sino de aquellos desiertos que expresan el vacío de las perdidas y las ausencias”. Los personajes, que transitan esa soledad, van en busca de instantes que han sido olvidados por ellos. En el camino, no sólo se encontrarán con los recuerdos propios, sino que revelarán ser parte “de un mundo de terribles evocaciones”.

“Somos un grupo que investiga sus poéticas, sus lenguajes, y uno de los resultados más concretos de esos procesos es Debana, un espectáculo que se ha ido modificando a partir de las funciones y del contacto con el público. Es un trabajo muy vivo porque el material surgió, en alguna medida, de los propios actores, y es de una fuerte impronta corporal. Estamos convencidos que cada una de estas cincuenta funciones fueron distintas, independientemente de que las temáticas están allí, y son la infancia, las ausencias, las pérdidas y el amor, todo estructurado en un tiempo musical de 50 minutos, donde el tiempo va determinando cada una de las situaciones”, detalló el creador de propuestas tales como Mientras Mañana y Pequeña historia de una familia fragmentada.

El director habló también de la estructura y de los rótulos que imponen a sus propuestas: “Yo no trabajo con coreografías, quizás por esto, la gente de la danza ve en Debana un espectáculo teatral y los de teatro, sostienen que lo que hago es danza. En realidad, no es tan importante, además está claro que esto no es Romeo y Julieta, y que lo que nos interesan, fundamentalmente, son los matices a la hora de plantear una poética”.

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