“Para nosotros, los del teatro, es importante regresar a Shakespeare por un momento. Después, volver a hacer nuestras propias cosas dándonos cuenta de que nada de lo que podamos hacer podrá llegar a ser tan bueno. Este sentido de la perspectiva no es desalentador, es una inspiración”.



Peter Brook




domingo, 12 de diciembre de 2010

Listos para empujar el carro


ESTRENO TEATRO. Esta noche y mañana, en las escalinatas del Parque de España, a la gorra

La compañía rosarina Tablas Rodantes, que dirige Nicolás Jaworski, pone en marcha su carromato teatral con una versión del clásico de la Comedia del Arte “Arlequín, servidor de dos patrones”, de Carlo Goldoni

Por Miguel Passarini (publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del sábado 10 de diciembre)

El teatro independiente rosarino se ha caracterizado siempre (desde los años 50 hasta la fecha) por “empujar el carro” para mantener vivo el sueño de un arte tan efímero que sólo se sostiene en base a esfuerzo y entrega. A partir de ahora, la metáfora de “empujar el carro” se materializará a través de un proyecto que tiene como principal objetivo acercar el teatro al público.

Tablas Rodantes, compañía que lleva adelante el director rosarino Nicolás Jaworski (La pecera, El reñidero), estrenará esta noche, a las 21, en las escalinatas del Parque de España (Sarmiento y el río, donde también se presentará mañana a las 20, en ambas funciones con entrada a la gorra) su carruaje teatral, un proyecto que comenzó a materializarse hace poco más de un año con la construcción del “carromato” que a partir de ahora albergará nada menos que los entretelones de uno de los mascarones de proa de la Comedia del Arte: Arlequín, servidor de dos patrones, del italiano Carlo Goldoni.

Al mismo tiempo, el proyecto de Tablas Rodantes es un homenaje a los viejos cómicos de la legua, a los actores trashumantes que por décadas han recorrido el vasto territorio argentino con sus obras, algo que el equipo que lleva adelante el proyecto intentará emular: “Vamos a llegar con el carro a todos los lugares que podamos”, sostienen.

“El 5 de diciembre del año pasado, es decir hace poco más de un año, entramos las ruedas de lo que hoy es el carromato al Galpón 15 (frente al CEC) donde llevamos adelante todo el proceso de armado, donde también ensayamos y donde además seguiremos trabajando. De todos modos, un año antes de ese primer momento, comenzamos trabajando en la idea y preproduciendo el proyecto, por eso es que nos parece increíble que finalmente echamos a rodar el carro este fin de semana”, relató a El Ciudadano Nicolás Jaworski, quien integra y conduce el equipo artístico que completan César Artero, Ani Cortarello, Daniel Covacevich, María Franchi, Martín Ovando, Mariano Oviedo, Lumila Palavecino y Marcela Ruiz, con la musicalización en vivo de Alejo Castillo.

“Este sueño implica remontarnos a la época en la que los actores montados a su carro salían a recorrer los territorios acercando su arte a la gente. Eso también tiene que ver con probar algo diferente respecto de esto que el público no va al teatro; bueno, nosotros saldremos a las calles y les acercaremos el teatro a las puertas de sus casas”, comentó el director, quien adelantó que tras estas dos funciones, por otros compromisos de los actores, pararán el proyecto para retomarlo en febrero con una gira que comprenderá primero la ciudad para después buscar incursionar en la región. “Tenemos ganas de enganchar el carro al auto y antes del final del verano recorrer Entre Ríos”, expresó.

Respecto de la elección de Arlequín, servidor de dos patrones, texto arquetípico de la Comedia del Arte (obra escrita por Goldoni en Venecia en el siglo XVIII) en el que se plasman los confusos entretelones que vive un singular criado que, dada la falta de recursos económicos, resuelve emplearse en simultáneo con dos amos diferentes, el director detalló: “Es una obra que ya conocía, que la había hecho con otra gente, y es un texto que siempre está presente, ideal para poner a funcionar un proyecto de estas características. Necesitábamos una obra que le llegue a todo el mundo, que sea popular, pero que al mismo tiempo deje un mensaje. Es un muchachito poco inteligente pero con momentos brillantes, que hacen que la gente se conecte de inmediato con el personaje. De todos modos, es un grupo de actores formado en estéticas muy diversas, entonces cada uno aportó lo suyo, y hoy la obra es una adaptación del original”.

Con relación al surgimiento del proyecto, en el que trabajó un numeroso equipo, y su puesta a punto, Jaworski recordó: “En un principio, la idea surgió a partir de una convocatoria municipal para proyectos artísticos. Presentamos la idea del carromato como una locura, en realidad convencidos de que no le iba a interesar a nadie, y sin embargo nos dijeron que sí. De este modo, apareció un pequeño subsidio con el que arrancamos, pero esto después se concreta gracias al trabajo denodado de los actores, que están más locos que yo y que no pararon de laburar, le dedicaron muchísimo tiempo, un gran esfuerzo para que el carro esté en marcha. Acá no hubo diseñadores y mucho menos ningún sabio, lo que hay es mucho trabajo y mucha gente que acercó ideas que después fueron tomando forma. El último año lo pasamos pintando, clavando y atornillando. Más allá de algunas empresas que nos facilitaron algunos materiales, todo esto está hecho a pulmón”.

Respecto de la estructura que contiene al carro, cuyo proceso de armado fue seguido por muchos teatristas y amigos del equipo a través de la red social Facebook, el director comentó finalmente: “Vengo de una familia de metalúrgicos, yo soy además de director de teatro, técnico tornero; eso nos facilitó mucho las cosas con todo el tema de la estructura que también la soldamos nosotros”.

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